A pesar que el poker está permitido en Brasil, gracias al arduo trabajo de Igor Federal y la CBTH, los casinos están prohibidos y eso genera una enorme dosis de juego clandestino, con los males que eso conlleva. Con esto en mente, comenzaron discusiones en la Cámara de Diputados para crear una Ley General de Juego en la que se legalicen los casinos, no como salas de juego, sino como centros de entretenimiento con espectáculos, gastronomía y espacios comerciales, algo similar a lo que son los complejos de Las Vegas.
La nueva ley incluiría los siguientes parámetros:
- El concepto de juego responsable
- La lucha contra el lavado de activos
- Una distancia de 150 km entre casinos para evitar canibalización
- Acceso exclusivo a mayores de 18 años
- Un régimen fiscal que favorezca a los casinos que atraigan jugadores high roller del extranjero
Uno de los propulsores de esta ley es la empresa Estoril-Sol, que ya opera casinos en Portugal. Según su Presidente Mário Assis Ferreira “San Pablo, Río de Janeiro, Belo Horizonte, Porto Alegre y Recife son las ciudades más favorables” para la instalación de casinos. Además, según sus estimaciones, Brasil tendrá una ley de juego instalada y reglamentada en 2017. Sin embargo, todo depende de que el Gobierno mantenga una mayoría favorable en el Senado y en Diputados, algo no tan fácil considerando la mala imagen de la Presidente Dilma Rousseff.
Fuente: Yogonet