Todos hemos visto a Daniel Negreanu jugar cientos de manos de todo tipo: en bluff, con proyectos, con monstruos, con conectores bajos, con pares medios, con absolutamente nada, y muchas manos más.
Pero la siguiente mano, que se dio durante la World Series Of Poker 2006, allá lejos y hace tiempo, es de lo más extraña, y tal vez poco frecuente de ver en el canadiense por lo arriesgado del call, que lo dejaba con su vida en juego.
Un joven Negreanu, en “guerra de ciegas”, paga el jugado de su ignoto rival con 10 7… ¿Una gran lectura o un pecado de juventud?